Blog del poeta madrileño: Mariano García

Sólo los poetas heredan la debida obediencia al insomnio,
cuando comienzan el nuevo día a teMpo de veRso.



jueves, 2 de abril de 2015

Mis manos



Cada vez que mis manos te recuerdan
las obsevo como algo infinito
que pueden ser testigos de tanta vida
como dejé sobre tu piel;
casi se instalan en ellas
el fango sucio de la calle,
la sombra de la ventana cuando aislada no filtra
los rayos del sol que se extingue.
Aquí están, acariciando las horas que no pasan,
la calma que no tiene ganas de moverse
en esta tarde donde el arruyo
guarda los secretos compartidos,
los mismos que saben de tu belleza escondida,
del aire que te mantiene siempre fresca,
de esa risa que es el germen de la vida;
volverás renovada, como la brisa que mece
las ramas de los árboles,
como un pulmón de esperanza prodigiosa,
donde el olvidono encuentra lugar
en esta época de hojas muertas.
Ven, te espero, con estas manos que no saben
de la oscura hierba, sí, ya sé, que están marcadas
con las lineas de otros tiempos,
¿pero qué importa el pasado
si mi presente no rinde reditos a esos días?
en ellas pervive lo que queda de una estela de amor
que no confunde tus labios
con un vado lleno de piedras;
ven, no dejes que muera el día,
ni que se apague la atmosfera que,
en mis manos se sublima,
miralas, no se baten en retirada,
se mantienen dulces, esperando que nazca la noche
para en tu cuerpo desnudo,
vivir la vida entera. 

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